LA LEALTAD EN LAS RELACIONES: debilidad y fortaleza.
Autora: Estefanía Mbá
Han pasado varias semanas desde que Christian, una de
las personas que nos leen y anima mucho, sugirió que le gustaría encontrar algo
sobre este tema en LivAglaya: la lealtad en las relaciones.
Analizando yo el panorama actual de las relaciones,
aunque podría decir también histórico, su inquietud para mí cobra mucho sentido
y no puedo más que agradecer que hiciera aquella sugerencia.
¿Por qué he
decidido escribir sobre este tema?
Últimamente, parece que con los libros de autoayuda y
al igual que con los oradores
motivacionales, hemos descubierto todo un mundo de posibilidades y un nuevo
universo, ¿para qué engañaros poniendo
lo que sería un falso escepticismo después de haber dicho esto? Soy de las
personas que dentro de sus posibilidades lee, ve y curiosea todo lo que puede,
y no es que me disgusten los libros de autoayuda especialmente. No obstante,
también soy partidaria de la idea de que los grandes o mejores libros de
autoayuda son las biografías. Yo disfruto mucho leyendo o viéndolas, el poder
adentrarme en la vida de personajes importantes, grandes o claves de la historia, me parece una gran forma o
vía de aprendizaje. Precisamente, en base a todo esto, hace un par de días me
encontraba viendo y releyendo algunas de estas historias. Desde grandes artistas
y hombres de negocios hasta líderes políticos de todos los continentes. Decir
que me emocionaba y reflexionaba a lo largo de este pequeño viaje, algunas
veces placentero y otras agridulce, es poco. Es de esas cosas que la sensación
o experiencias propias te explican mejor que las palabras de un tercero.
Ciertamente, una de las cosas que pude concluir tras
recorrer tal aventura, es que la gente
que nos rodea y el entorno en el que nos movemos son dos cosas que,
inevitablemente, inciden en nuestras vidas o pueden cambiar nuestro destino
personal, el destino de una nación o el destino de la humanidad, para bien y
para mal. Concretamente, el caso de la lealtad en las relaciones que hoy quiero
abordar en este artículo entra en escena a raíz de todas estas afirmaciones.
Dicha cuestión me parecía especialmente llamativa y de
vital importancia cuando se trataba del análisis de la biografía de personajes
o líderes políticos. Algunos de los cuales morían "apuñalados por la
espalda" por aquellos que creían sus mejores amigos, hermanos o amadas
parejas.
Y claro, yo me preguntaba cosas, a veces ingenuamente,
como:
-Con lo inteligente que era aquel o aquella, ¿porqué
no vio esto venir?
-¿Qué le motiva a una persona por la que tú darías tu
vida a acabar con la tuya?
-¿Cómo conseguir que la gente que te rodea sea leal a
ti? Es realmente viable cuando se trata de figuras políticas?
-¿Todo eso pasa por algo?, ¿qué propósito podría haber
detrás de este tipo de desenlaces? Otro desenlace era posible? Cómo hubiera
sido?
Tantísimas preguntas como estas terminaban invadiendo
mi mente, y yo intentaba dar respuestas a las que podía.
Ahora bien, he avanzado lo suficiente sobre esta
cuestión para plantearme una cosa que es la primera que se suele hacer cuando
se discute sobre algo en referencia a un concepto: definirlo.
¿No os habéis
preguntado al igual que yo en qué consiste la lealtad?
Pues bien, he recurrido al diccionario de la RAE para
ver qué nos dice al respecto, y son estas las delimitaciones que recoge:
1. f. Cumplimiento de lo que exigen las leyes
de la fidelidad y las del honor y hombría de bien.
2. f. Amor y
fidelidad
que muestran a su dueño algunos animales, como el perro y el caballo.
3. f. p. us.
Legalidad, verdad, realidad.
No quiero ser exhaustiva analizando cada una de estas
acepciones, pues pienso que cada quien podría extraer una noción particular de
lo que es la lealtad, basado en las mismas. Sin embargo, quiero hacer algún
apunte que quizás roce la obviedad: podemos ser leales a las personas, a las
cosas, a los animales y a las ideas.
La esencia de la lealtad o el significado de la lealtad a mi parecer se resume en: amor y
confianza que nos hacen ser fieles a nosotros mismos, a los demás, a las cosas,
a los animales y a las ideas.
Es difícil imaginar un escenario donde la lealtad
brille pese a la carencia de ambos (amor y confianza).
Cuando se trata de relaciones personales, para mí la
lealtad es el acto más grande de amor que te puede mostrar una persona, pero es
a la vez imposible de sostener sin la confianza. De hecho, se quiebra la
lealtad cuando se traiciona la confianza de la/s otra/s persona/s, pese a la
estima previa que hayamos sentido por ellas.
Llegados a este punto, debo decir que, posiblemente lo
que es el punto fuerte de toda relación interpersonal (amor y confianza) sería
también su punto débil. Por eso, volviendo otra vez a las historias de esos
grandes líderes que fueron traicionados haré algunas reflexiones:
-Los enemigos siempre buscaban atacarlos por sus
puntos débiles: la gente que amaba y la gente en la que confiaba. Porque,
curiosamente es la gente a la que uno suele ser leal: tus amores y tus confianzas.
Son tu fortaleza y tu debilidad (es un arma de doble filo). Si ellos no sienten
lo mismo por ti, en cualquier momento estarás perdido. Pierdes la guerra
incluso antes de la guerra. Nada es tan peligroso como rodearse de gente en la
que no se debe confiar o no se puede confiar.
-¿Porqué si
parecían inteligentes no lo vieron venir? La inteligencia no es inmune al
afecto. Para ser exactos, no es que fueran distraídos, más bien ellos eran los
leales. Amaron y confiaron en las personas equivocadas. Pero, ¿qué pasa cuando
confías en alguien? Tienes la certeza de que no te clavará la espada que lleva
una vez que te des la vuelta o cuando te encuentres dormido/a (si es tu
pareja).
-¿Qué le motiva
a una persona por la que tú darías tu vida a acabar con la tuya?
Entre otras cosas, se me ocurre que no te ama igual.
Se ama o ama a otra cosa o persona más que a ti. No confía lo suficientemente
en ti para plantearte la verdad de frente cuando es necesario. Él/ella a
diferencia de ti, no daría su vida por la tuya. Aquí entra como componente otro
de los motivos que complican o rompen las relaciones, sobre el que ya hablé en
otro artículo: la falta de reciprocidad.
-¿Cómo
conseguir que la gente que te rodea sea leal a ti? Logrando que te amen y confíen en
ti. Pero, hasta cierto punto eso es algo que no podemos terminar de controlar.
Lo que sí podemos hacer es ser más conscientes de las cualidades personales de
las personas de las que nos rodeamos.
¿Es viable
cuando se trata de políticos? Unos dirían que la mejor manera que tiene el político para
lograrlo es infundiendo miedo, pero el miedo no es compatible con la lealtad.
Si entra el miedo en escena, en lugar de gente leal tienes súbditos.
La lealtad es una elección y solo compatible con la
libertad. Es por ello que la muchos de los grandes líderes que abogaban por la
libertad no infundían terror en su gente más cercana. Comprendían que solo así
ellos también podían ejercer su libertad, podían ser libres. Una persona que debe estar pendiente de si su mejor
amigo, hermano o pareja lo acabarán envenenando, puede ser de todo menos libre. Y, ¿cómo podrías luchar por la libertad de otros si tú
eres preso de ti mismo?
¿Tiene todo
esto un propósito? Esta es una pregunta cuya respuesta dejo en las manos de cada quién.
Pero llegando a las últimas líneas de este artículo,
diré que considero la falta de lealtad junto a la falta de reciprocidad como
los mayores males que acechan toda relación.
Bueno, no creo que haga falta decir que es importante
buscar la lealtad y la reciprocidad en las relaciones. Aunque me haya centrado
en tomar el final de grandes personajes en este artículo como ejemplo, pienso
que son reflexiones que podrían adaptarse a la vida de cualquier persona común
que no salga en los libros de historia.
Espero que mis humildes líneas como mínimo sirvan para
hacernos en conjunto reflexionar. Sabes que puedes dejarme tus aportaciones y
opiniones en los comentarios, me encantará leerte. Si quieres sugerirnos temas,
sabes que lo puedes hacer en comentarios, correos o nuestras redes sociales.
Y a ti Christian, gracias de nuevo por tu sugerencia.
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2 comentarios
Hola Estefanía, muchas gracias por este pedazo de artículo. La verdad hacía tiempo que no os leía pero hoy he vuelto y me he inflado a leer para ponerme un poco al día . Quiero empezar diciendo que para mí la lealtad es una mezcla de sentimientos, sin restarle importancia al "amor" y "la confianza", yo añadiría el respeto. Sabes? Creo que si no tengo respeto a la relación que tengo contigo o cualquier otra persona, nunca me pondría límites para hacerte daño. Cada relación, lazo emocional o físico que compartimos con una persona es sagrada(al menos yo lo veo así) y justamente por el hecho de que sea sagrada el respeto debe ser lo primero en la lista. También creo que a la gente leal le pasa como a los ladrones(piensan que todo el mundo es como ellos), cosa que es comprensible incluso se podría justificar este razonamiento, ya que como has dicho tú, la reciprocidad debe estar allí. Hay una cosa muy frecuente ahora mismo en no solamente nuestro país, sino en muchas otras sociedades que es la apologia a la desconfianza.. Es común escuchar frases como "no puedo confiar en nadie más para que no me hagan daño", "no puedo abrirme emocionalmente porque me hace vulnerable y débil".. "no puedo ser genuin@ porque conocerá mis puntos débiles".. Y un montón de frases más.. Mi pregunta es: se puede llegar a ser leal a una persona si no se es capaz de serlo consigo mismo? Muchas gracias a todos los Autores de este blog por compartir cada pedazo de vosotros con nosotros.
ResponderEliminarHola Christian, muchísimas gracias a ti por leernos! Que dejes un comentario de este tipo denota la misma ilusión con la que escribimos. Gracias por construir con nosotros. Respecto a los aportes, tiene todo el sentido lo que comentas aunque de algún modo se podría decir que todos esos factores tienen un punto en el que confluyen. Es difícil pensar en lealtad sin respeto, en respeto sin confianza y en confianza sin amor, pero amor del bueno. Con certeza, el respeto es otro de los ingredientes que encaja en ese artículo a pesar de no haberse tratado. Gracias de nuevo por tomarte un momento para leernos y compartir tu opinión con el lujo de los detalles. Un abrazo!
ResponderEliminarTU OPINIÓN NOS IMPORTA, ¡COMPÁRTELA!